En la habitación se respira un aire cada vez más denso. Las sábanas son un puff para enano tiradas en el piso y dentro de los placares, los pudores juegan al cuarto oscuro. La luz que se filtra por las persianas marca la hora del desayuno, pero nosotros todavía estamos con el postre.
jueves, 26 de noviembre de 2009
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