martes, 31 de marzo de 2009

Inundados, están. Y no se ven.

En plena inundación
Avanza el percherón,
La carreta enclenque
Transporta esperanza.

El hambre,
Furiosa melodía,
Acelera el holeaje
Y rechina los dientes.

Son meses sin gusto,
Con pestes inquietas,
Nenes llorando
Y velas mojadas.

El río embriagado
No tuvo reparo,
Vomitando bilis
Oscura y verde.

Gritos de madres
Desesperadas
Maquillan la luna
En las noches descalzas.

En plena inundación
Avanza el percherón,
La carreta enclenque
Transporta esperanza.

En la rama desnuda
De un sauce débil,
Un viejo exhibe
Su diente viudo.

En las tejas
De chapa oxidada,
Una misa húmeda,
Suplica un paño de piedad.

Un gato y un perro
Rompen los mitos
Enroscados
En un abrazo.

En la mancha océano,
Solo algunas cumbres
Son refugio
De almas perdidas.

Seres del olvido,
Naufragan tiritando.
Yo reparto leche y pan,
Para mi pueblo con hambre.

Hasta que cerrás los ojos

Cuando te probás ropa te miró a los ojos
Y veo una colegiala escondida en el baño
que se frota la corbata en la tanga blanca.

Cuando salimos a comer te miro a los ojos
Y veo a una trepadora escotada y timbrada,
Que quiere que llegue la hora del champagne.

Cuando viajamos en taxi te miro a los ojos
Y se lo que querés que te haga en la gloria,
Para que el tachero nos mire por el retrovisor.

Cuando tenemos sexo te miro a los ojos,
después te abrazo fuerte y me meto más en vos,
ahí cerrás los ojos y ya no veo más.

Nena de mil noches.

Las últimas noches que salí,
Busqué una razón y bebí mil cervezas.

Caminé como gato por cornisa,
Y maullé en el oído de cada perra que crucé.

Las últimas noches que salí,
Vi como se hizo de día, de tarde… y de más.

Deseché esperanzas de humo,
Hasta entumecer el corazón, y el humor.

Las últimas noches que salí,
Intenté irme lo más lejos posible, pero cerca de casa.

Di vueltas circulares como un preso,
Y en cada una experimente un dolor diferente.

Las últimas veces que salí,
Se me pasaron 5 años,
Trabajos, amigos, proyectos, sueños,


Y vos, siempre tan fresca, tan hermosa,
Mirando para otro lado.

Miedo y caretas

Hablemos de historia,
Dijo el profesor,
Sacándose un dedo del oído.

Hablemos de deporte,
Dijo el barra brava,
Metiendo la cara en la mesa ratona.

Hablemos de salud,
Dijo el doctor,
Encendiendo su benson & hedges.

Hablemos de odio,
Dijo el pibe de la calle,
Mientras tapada a su esposa e hijos, con papel de diario.

Hablemos de esperanza,
Dijo el político,
Con un folleto de viajes paradisíacos en la mano.

Hablemos de educación,
Dijo el tipo bien,
Jugando con un dedo y un moco verde.

Hablemos de amor,
Dijo la chica de remera Say No More,
Tapándose la boca con la mano.

Hablemos de guerra,
Dijo el hijo de algún coronel,
Y se perdió cuando de frente venían tres villeros.

Hablemos de corazón,
Dijo alguien sin mostrar la cara,
Y todos nos mojamos los pantalones.